EL LIBRO QUE QUIERO LEER
YA NADIE LLORA POR MÍ, Sergio Ramírez, 2017, novela
El Inspector Dolores Morales conoce bien Managua. Sus actividades como militante del FSLN y más tarde como colaborador del gobierno sandinista, en la lucha contra el tráfico de drogas, le permitieron adentrarse en el corazón de la ciudad. Muchos de los combatientes de la época perdieron sus ideales y se entregaron a los negocios fraudulentos y al dinero fácil, otros mantuvieron siempre los principios éticos que movieron la lucha. A este último grupo pertenece el protagonista de esta novela.
Comicidad e intriga son los ingredientes de la historia que narra Sergio Ramírez. Un riquísimo empresario contrata a un investigador venido a menos, para que resuelva la sorpresiva desaparición de la hija de su esposa. En la trama novelística va a intervenir Lord Dixon, el compañero muerto, que se convierte en la conciencia del personaje principal, en su oportuno consejero y en fuente permanente de humor, que es uno de los recursos destacados de la novela. También está Doña Sofía, fiel camarada y eficiente colaboradora, así como una serie de extraños personajes, desheredados en su mayoría, obligados a sobrevivir en un país que les habló de progreso y les abandonó a su suerte. En la orilla opuesta están Miguel Soto, poderoso industrial que ha hecho dinero fácil con su habilidad camaleónica para acomodarse con cualquier gobierno; su mujer aristocrática, piadosa y tradicionalista, que lava su conciencia con obras de caridad y, para completar el cuadro, su equipo de trabajo y sus guardias de seguridad, listos para cualquier oscura misión.
La tarea policíaca no está exenta de misterios. Morales va de descubrimiento en descubrimiento. El lector se pone inmediatamente del lado de Camila, la joven auto secuestrada, entiende su lucha por huir de un hombre, que no puede pagar ni con sus millones, las aberraciones de las que ha sido víctima. Su mejor escondite son los barrios de miseria que proliferan en Managua y la Reverenda Úrsula, que ha dejado todo por ofrecer comida y consuelo a los desprotegidos.
El narrador en tercera persona presenta la situación, describe brevemente los escenarios de la historia y luego cede la palabra a los personajes, que son quienes informan al lector sobre el avance de la investigación, así como sobre sus preocupaciones existenciales y materiales.
El perfil sicológico del protagonista, se corresponde con la vida que llevó como combatiente y luego como luchador por la causa sandinista. Hombre íntegro y realista, que sabe de antemano que la verdad, aunque sea revelada, solo provocará curiosidad en las redes sociales, pero que no habrá ni castigo ni escarnio, ni reivindicación para las víctimas ni censura para los verdugos, pues los poderosos tienen los hilos en sus manos.
La novela se desarrolla después de algunas décadas del triunfo del FSLN, las cosas han cambiado para no cambiar, la población es escéptica respecto a la utopía por la que luchó y sabe que solo le queda sobrevivir.
“Ya nadie llora por mí” es una novela ligera, en la que más allá de la temática de la desaparición y la búsqueda de una muchacha burguesa, está latente, como en muchas novelas latinoamericanas, la denuncia sobre las condiciones sociales, económicas, morales de la sociedad nicaragüense.
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