 EL LIBRO QUE QUIERO LEER
TRILOGÍA DEL BAZTÁN, Dolores Redondo, novela, 2014
La preferencia por la novela negra es notoria en la literatura contemporánea. De esta corriente no escapa la autora española Dolores Redondo quien, en la “Trilogía del Baztán”, nos introduce en un mundo lleno de magia y suspenso.
En las tres historias se perciben hilos conductores comunes, cada uno de los cuales aporta elementos para la construcción de la ficción narrativa. El primero, es la mitología del país vasco, de Navarra específicamente. En esta región se han perpetuado viejas costumbres y leyendas que resurgen con los crímenes seriales, objeto de las tres narraciones. El segundo es el carácter sicológico de los relatos, marcado por el pasado de la protagonista: mujer joven, policía talentosa, víctima de una madre que marcó su infancia de angustia, y cuyo recuerdo la persigue en todo momento. En tercer lugar está la creación de una atmósfera particular: el río, los bosques, la niebla, las casas centenarias del pequeño pueblo de Elizondo, al que Amaia Salazar regresa, tanto para dar con los asesinos, como para conjurar sus propios fantasmas.
En EL GUARDIÁN INVISIBLE, la Inspectora Salazar busca al asesino de adolescentes, que aparecen muertas en idénticas y conmovedoras circunstancias. En la puesta en escena de cada crimen, se involucra al BASAJAUN, un personaje legendario que puebla los bosques y que permanece en el inconsciente colectivo. Esta figura mítica revive los miedos de la población que lo inculpa de los asesinatos. El equipo policíaco: Jonan Etxaide, Fermín Montes, el inspector Iriarte, el médico San Martín, tiene la misión de dejar de lado las explicaciones fantásticas y la implicación de la familia de la protagonista, para encontrar al huidizo asesino. La investigación va a poner a prueba la capacidad de Amaia para dirigir un grupo de colaboradores eficientes.
EL LEGADO EN LOS HUESOS, es la segunda historia de esta trilogía. Un nuevo reto se plantea para la policía. La Iglesia de Elizondo ha sufrido varios destrozos y se abre la investigación para dar con los culpables. Amaia disfruta la experiencia de la maternidad y contra todo pronóstico nace un niño, en lugar de una niña; detalle aparentemente secundario, si no se toma en cuenta los antecedentes familiares de la protagonista y sus pesadillas infantiles. Su madre, encerrada en una casa de salud, continúa atormentándola y con seguridad está involucrada en los hechos que investigan.
Los crímenes seriales tienen similitudes asombrosas: el mismo modus operandi: mujeres maltratadas y asesinadas por sus parejas, un brazo cortado como símbolo del hecho macabro, y la palabra TARTTALO que siempre aparece en la escena del crimen.
Las primeras pesquisas les llevan hacia un joven bloguero maltratado por su padre y es la punto de partida para involucrar a un antiguo presidiario, condenado por maltrato a su pareja. Detrás de estos asesinatos, hay una mente diabólica, un joven psiquiatra que mueve los hilos, que manipula la voluntad de los hombres violentos.
A más de su equipo de trabajo, la Inspectora recibe consejos del comisario Dupré, que desde su formación en Estados Unidos le ha dado pautas para sus investigaciones. También la práctica adivinatoria de las cartas de su tía Engrasi tienen el poder de alertarle sobre el futuro.
El tercer volumen de esta trilogía, LA OFRENDA DE LA TORMENTA, retoma los personajes y los principales episodios de los relatos precedentes. Si bien, la novela puede leerse de forma independiente, es mejor tener el antecedente de las dos anteriores, pues en ellas se traza el perfil de la protagonista, al igual que el de los miembros de su equipo de trabajo.
El narrador mantiene el suspenso propio del género. Nuevamente en Elizondo, se descubren muertes insólitas, que disfrazados como naturales, pasarían desapercibidas, si no estuvieran en juego extrañas coincidencias. Varios niñas recién nacidas son asesinadas para ofrecerles como sacrificio a entidades oscuras, en este caso a INGUMA, como parte de rituales de sectas demoníacas que actúan en la sombra. El hecho de que su hermana gemela haya sufrido al nacer la misma muerte, es un ingrediente adicional para que la Inspectora, luche por encontrar la verdad.
El fácil enriquecimiento de los comerciantes de recién nacidos, pone al equipo policíaco sobre la pista del culpable. El final sorprendente, nos muestra el lado oscuro de ciertos funcionarios que manejan la justicia a su antojo.
En las tres historias, el juego sicológico y la invitación a que el lector participe son evidentes. El pensamiento analítico de la protagonista, sorprende a todos, enciende todas las alarmas. Quien lee sabe de antemano que ella está en la mira de los personajes causantes de muertes y suicidios; el nudo tiene que abrirse acudiendo nuevamente a su pasado de miedo y dolor, donde salen a la luz aspectos que escapaban a su propio conocimiento.
La verosimilitud del relato policial no se pierde por las referencias mitológicas, es más, con estas se introduce un elemento mágico que aporta mayor solidez a la trama narrativa.
El estilo es absorbente, las descripciones precisas, los diálogos ágiles y cortos. El lector se sumerge alternativamente en el pasado de los personajes y vuelve a los pormenores de la investigación. Sabe de antemano que la solución del enigma está próximo y se plantea permanentemente hipótesis sobre el desenlace. La autora retrata personajes de índole variada, en los que se oponen altruismo y maldad, amor y desprecio, valentía y cobardía. Al final triunfa la verdad, aunque en el camino queden desperdigados los restos de mentiras camuflados por el tiempo.
|
|
